Efectivamente, su llamada era para anunciarme el hallazgo de otra importantísima cueva prehistórica, la que bautizaron con el nombre de Es Mussol, porque en la bajada hacia la boca de la cueva se cruzaban con el nido de uno de estas rapaces.
Por aquellas fechas, en el CIM solo había una arqueóloga, Joana Gual, por lo que enseguida la llamé y organizamos una visita para valorar la situación e importancia de la cueva. Necesitamos la ayuda de los bomberos del parque movil de Menorca que -en su tiempo libre muchos de ellos- siempre nos han ayudado en estos menesteres. La ayuda de Guillem Triay siempre es valorada en mucho. El y Pedro fueron los que diseñaron el sistema para bajar hasta la cueva, mediante cuerdas y poleas.
La cueva se hallaba emplazada a unos 40 metros, en un acantilado sobre el mar, al que solo en días de mucha calma puede accederse, y a la que probablemente en la prehistoria, debía accederse de forma algo más sencilla... aunque no lo sabemos tampoco seguro.
Accediendo a la Cova des Mussol en 1997 |
Por las noticias que nos avanzó Pedro, la cueva natural, estaba intacta, y conservaba importantes objetos y contextos arqueológicos "in situ" de gran importancia histórica. Era necesario bajar para valorar la situación de los restos y así poder emprender, con mayor conocimiento de causa, el operativo para su excavación y protección.
Era la primera vez que Joana y yo nos deslizábamos con cuerdas haciendo rappel por un acantilado. La primera vez, así, a la brava. Realmente asustaba. Fue la primera vez que me sentí "colgado como una sobrasada", sobre el vacío. Menos mal que Pedro nos acompañó durante todo el trayecto de bajada, al lado, orientando donde poner pies y manos. Recuerdo perfectamente que, al llegar Joana al pié del acantilado, junto a la boca de la cueva, soltó un sonoro "P.... talaióootics!!!".
Sin embargo, el esfuerzo mereció la pena. Pudimos contemplar, por primera vez, un conjunto arqueológico de suma importancia para la arqueología de Menorca.
Se aprovechó la presencia del equipo de arqueólogos de la Universidad Autónoma, con Vicente Lull al frente, puesto que estaban ultimando sus investigaciones en la también recientemente descubierta Cova des Càrritx, para organizar su excavación ante la importancia de los restos descubiertos.
La operación no fue fàcil, puesto que a la dificultad de acceso, se añadía la necesidad de contar con especialistas en conservación de madera y otros restos orgánicos.
El dificil acceso a la cueva había impedido que nadie, seguramente desde la prehistoria, hubiera vuelto a acceder al interior de la caverna. En una de las salas había un pequeño lago de agua dulce, en el interior del cual se depositaron algunos objetos, entre los que destacan dos discos de marfil de elefante, lo que demuestra que la isla estaba en la órbita de los contactos comerciales entre Africa y el continente.
Sin embargo, lo más interesante fue el hallazgo de una recóndita cámara, localizada en una zona absolutamente oscura de la cueva, en el interior de la cual se llevaron a cabo ritos relacionados con las creencias de estas sociedades. Se pudieron localizar los restos de al menos, tres tallas hechas sobre madera, una de las cuales estaba en muy mal estado de conservación y no podía identificarse que representaba. En cuanto a las otras dos, una representaba una cabeza humana, con la nariz prominente, y la boca abierta en actitud de hablar, y la otra representaba un ser mixto, con rasgos zooatropomorfos. Esta talla se observaba bien a simple vista. Sin embargo la otra, no. Estaba vuelta de espalda, y no podía observarse su rostro, al estar vuelto hacia la pared. No pudimos contemplar su cara hasta que Noel Siver, la restauradora, con sus cuidadosas manos le dió la vuelta, Entonces se levantó una exclamación enorme!. Lo que contemplábamos era algo inimaginable, La pequeña talla tenía ojos rasgados, mentón prominente como representando una barba, labios rectos, nariz achatada, y unos pequeños cuernecillos de cérvido que habían sido representados en fase de crecimiento, La imagen nos impactó por la novedad que suponía encontrar un objeto así. Todos empezamos a discutir sobre que representaba realmente. Su aspecto era realmente el de un "petit dimoni", y las conjeturas sobre su significado generaron intensos debates. Finalmente, los rasgos morfológivos de la talla llevaron a plantear a los investigadores que estaban ante la representación del dios astado "Cernunnos", un dios de origen celta. Esta es una hipótesis discutida por algunos investigadores, que la ponen en duda. Sin embargo, no hay muchas otras alternativas fundadas sobre bases sólidas.
Mi querida amiga y catedrática de Prehistoria de la Complutense, Angeles Querol, al verla un día en el museo de Ciutadella exclamóm medio en broma: "Anda, pero si es un myotragus!!".
Este comentario me ha hecho pensar muchas veces sobre esa idea. Las cuevas y cavernas estaban llenas de esqueletos de estos antiguos habitantes de Menorca y Mallorca, por lo que la hipótesis de Angeles Querol no debe descartarse. Los habitantes de Menorca bien pudieran haberse inspirado en ese animal extinto.
El hallazgo de Es Mussol está perfectamente documentado y explicado en las publicaciones correspondientes. Es un hallazgo excepcional, puesto que las tallas fueron datadas por C-14 entre el siglo XII y el XI cal a.C., y suponen uno de los pocos ejemplos en Europa de este tipo de objetos.
Es una verdadera lástima que no puedan contemplarse en el marco de las colecciones que se exponen en el Museo de Ciutadella. Los restos de Es Cárritx y de Es Mussol merecerían, por si solos, un espacio expositivo para su contemplación y difusión. Ojalá pronto se les reconozca su papel en la prehistoria de la isla.
Talla de madera representando a un personaje astado. |
Talla representando una cabeza humana. Foto: Simon Gornés. |