Recientemente la revista MATerialidadeS, Perspectivas actuales
en cultura material, editada por la UIB, ha publicado un articulo
elaborado por mi, a raíz del estudio que realicé sobre los denominados
"colgantes bicónicos". Són unos objetos muy peculiares,
característicos de la prehistoria de Menorca y que solo se han
localizado, por el momento, en la isla de Menorca. Son por tanto, objetos
genuinos, únicos y propios de la cultura talayótica menorquina.
Fabriccados con aleación de bronce o
incluso de plomo, están formados por dos troncos de cono unidos por la base, dejando un espacio cónico-tubular
que atraviesa toda su
longitud. Deben su nombre
al engrosamiento bicónico de su parte central. Este
objeto parece
haberse fabricado
a partir de una única pieza realizada con
un molde de fundición de dos valvas,
aunque no es descartable que algunas piezas –especialmente las
más complejas- estén
fundidas a la cera perdida. Será necesario llevar
a cabo análisis de rayos
X para determinar su estructura
interior, y precisar más sobre su fábrica y confección.
En unos pocos casos, se ha conservado un apéndice terminal en forma de bola
esférica unida a un vástago de forma rectangular, en cuyo extremo se localiza
un agujero a modo de ojal. Esta circunstancia lleva a pensar que un cordel o
ligazón que discurría por el interior de la pieza, mantenía unida la bola a la
pieza bicónica, permitiendo por tanto su movimiento y sujeción de ambas piezas
al mismo tiempo.
Este
tipo de objetos aparecen
mayoritariamente
en yacimientos funerarios,
tanto en cuevas naturales con muro ciclópeo (Calascoves, cuevas
LXXVIII, Es Càrritx,
Cova des Mussol), como en hipogeos de planta sencilla
(Calascoves,
hipogeos XI, XXII, LXXVIII, LXXX), aunque también se ha localizado
un ejemplar en el asentamiento de naviformes de Clariana
(Plantalamor,
1991: 24), y otro en el asentamiento de Trebalúger (Gual, et alii, 1991). En el sepulcro de triple paramento de Son Olivaret (Plantalamor et alii, 2008) se localizaron tres ejemplares
elaborados sobre
diferente materia prima
(calcita, plomo y bronce).
Son interesantes tanto las presencias como las ausencias de bicónicas en
determinados yacimientos. Uno de las cuevas menorquinas paradigmáticas, la
excepcionalmente bien conservada Cova des Pas (Fullola et alii, 2007), no
aportó ni un solo ejemplar de bicónica, lo que puede servirnos para hipotetizar
sobre el uso temporal de estos objetos.
Desconocemos, sin embargo, la situación y emplazamiento original de estas piezas y su
papel en los ajuares funerarios depositados en el interior de las tumbas, así
como los contextos arqueológicos concretos con los que se asocian. En La naveta
de Sa Torreta, Murray localizó un bicónico junto al tórax de un individuo (Murray,
1934: 27), mientras que Veny
localizó otro junto
a una clavícula en la naveta
de La Cova (Veny, 1992).
En la Cova d’es
Mussol (Ciutadella) se
localizó una bicónica entre los contextos
de un enterramiento colectivo
(Lull et alii, 1999). La datación radiocarbónica
del nivel II de la sala 1 nos indica que estos objetos pudieron
usarse torno a la transición del II y
el I milenio cal ane, aunque como
también señalan estos
autores, citando a Veny
(1982: 312-314), pudieron estar en uso en algunos
hipogeos de planta sencilla
de Calascoves
hasta el siglo VIII-VII ane. Sin embargo, es muy posible que los hipogeos del Tipo I de esta necrópolis,
en los que se documentaron colgantes
bicónicos puedan definirse como las tumbas más antiguas dentro de su grupo
tipológico (como
el hipogeo nº 11 y el hipogeo nº 80), puesto que en ninguna de ellas se
localizaron utensilios de hierro, cuya
presencia en Menorca puede rastrearse hasta inicios del primer milenio ane, a tenor de los datos proporcionados por Es
Forat de Ses Aritges. Según Lull (et alii 1999:
117), los paralelos formales
más próximos a estas piezas se sitúan en el Midi francés, donde se documentan objetos de un gran parecido formal
con los menorquines. Sin embargo, la cronología
de las cuentas francesas –se datan en el calcolítico-, pone un interrogante
más sobre estas piezas menorquinas,
puesto que hay una gran
distancia cronológica entre las piezas
del sur de Francia
y las menorquinas.
Las bicónicas no son
objetos exclusivamente
funerarios. En los naviformes de Clariana, se recuperó
un ejemplar de pequeño
tamaño, así como otro en el hábitat de Trebalúger, en Es Castell (Plantalamor et alii, 2009), por lo que a pesar de que cuantitativamente se
han localizado muchos más en ambientes funerarios,
no puede decirse que sea un objeto
de “uso” exclusivo funerario, aunque su “vocación”
mayoritaria sea esa.
El análisis comparativo de los
contextos arqueológicos y de dataciones radiocarbónicas de la Cova des Carritx
y la Cova des Mussol, los sepulcros de Ses Arenes de Baix y Son Olivaret, y los
hipogeos VII y IX de Calascoves, podría situar su uso general entre el 1200 y
el 800 cal ane, coincidiendo con el uso generalizado –primero- y abandono
–después- de las navetas funerarias y las cuevas naturales con muro ciclópeo,
tal y como parece apuntarse en la Cova des Pas.
Evidentemente,
no es la primera vez que se estudian y analizan estos objetos. Cristobal Veny,
Luis Plantalamor-Massanet, o el equipo de la UAb, son algunos de los
investigadores que han dedicado varios articulos a la descripción e interpretación
de estos interesantes objetos. Sus conclusiones apuntaban hacia un objeto
claramente original, pero de función decorativa. Veny lo definía como cabeza de
cetro o colgante, y Plantalamor lo situaba más como un pasador vinculado con la
vestimenta. Todos coincidimos en la cronología de estos elementos. Hay que
situarlos entre el 1100 y el 800 cal a.C.
Sin embargo, el enfoque
que nosotros le damos es distinto. En primer lugar, porque se lleva a cabo un
análisis morfométrico de todas las piezas conocidas por el momento. Eso
significa que se miden, pesan y tabulan todos los parámetros métricos de estos
objetos para elaborar una base de datos que pueda ser computada y analizada
matemáticamente. En segundo lugar, se analiza su composición, morfología y estructura
interna con diferentes análisis: de difracción, de rayos X, estadísticos. Todo
ello con el objetivo de obtener el máximo de información sobre estas
piezas.
Los resultados preliminares
apuntan a que estos objetos no son tanto decorativos como instrumentales. Es
decir, este objeto es más un instrumento -o forma parte de un instrumento más
complejo, elaborado con materiales perecederos que no han perdurado- que un
objeto decorativo.
Nos ha faltado tiempo para hacer un
nuevo análisis: el experimental. Nuestro próximo objetivo es reproducir uno de
estos instrumentos, y experimentar acciones y movimientos con el. En las
conclusiones preliminares apuntábamos a que este objeto pudiera ser un
ponderal o elemento similar, a tenor de las medidas estándar con los que
se fabricaban en toda Menorca. Hay hasta tres tamaños estándar de estas
piezas, determinadas perfectamente por los análisis estadísticos y
morfológicos aplicados, lo que nos lleva a pensar que el peso y la forma eran
importantes a la hora de su manejo.
sin embargo, deberá ser la arqueología
experimental la que pueda darnos mas luz e información sobre este enigmático
objeto. El ingenio de los artesanos talayóticos puede descubrirse con la
determinación funcional de este instrumento.
Para saber más:
GORNÉS HACHERO, J.S; (2016). Sociedad y cambio en
Menorca: sistematización de los contextos arqueológicos de las navetas funerarias
entre el 1400 y el 850 cal ane. Tesis Doctoral. Universidad Autónoma de
Barcelona. ISBN: 9788449066122.
LULL, V. MICÓ, R. RIHUETE, C. RISCH, R. (1999). La Cova des Càrritx y la Cova des Mussol. Ideologia
y Socieclad, en la Prehistoria de Menorca. Barcelona. Consell Insular de
Menorca.
MONTERO, I.; GORNÉS, J.S.; DE NICOLÁS,
J.; GUAL, J. (2006). “Aproximación a la metalurgia prehistórica de Menorca
entre 2000 y el 650 cal. aC.” Mayurqa
30, Palma, pp. 289-306.
PLANTALAMOR MASSANET, Ll.
(1991a). L’arquitectura prehistòrica y protohistòrica de Menorca y el seu
marc cultural. Treballs del Museu de Menorca, 12. Maó.
PLANTALAMOR MASSANET, Ll.,
SASTRE MOLL, J.; VILLALONGA GARCIA, S. (2009). “Les llàgrimes bicòniques a
l’Illa de Menorca”. En Revista Randa, nº 62. Volumen dedicado a Miscel·lania
Gabriel Llompart, II. Ed. Publicacions de l’Abadia de Montserrat. Barcelona.
Pgs. 5-29.
VENY MELIÁ, C. (1992). Las
navetas de Menorca. A “La Sardegna nel Mediterraneo tra il Bronzo Medio e
il Bronzo Recente (XVI-XIII Sec. a.C.), 1987. Selargius-Cagliari.
pp.443-472.
Bicónico localizado en el hipogeo IX de Calascoves (Alaior) |
Bicónico de la naveta de Binimaimut (Mahón) |
Análisis rayos X sobre uno de los bicónicos |
Análisis rayos X sobre un bicónico con esfera terminal. |
Bicónico de S'Alblegall, Ciutadella. Museu de Menorca. |
Clasificación de los colgantes bicónicos, según S. Gornés. |
Diagrama de cajas de los colgantes bicónicos, según S. Gornés. |
Gráfico de correlaciónes de las bicónicas, según S. Gornés |